Aquí presento el común denominador, una niña que prefiere malograr su sistema digestivo ingiriendo comida chatarra, que es presentada mediante los medios de comunicación como no dañina, pero al quemar alguno emana un olor a plástico quemado. Peor aún podemos ver el rechazo de ella hacia el vaso con agua, prefiriendo tomar la bebida enlatada, teniendo el conocimiento de que el agua le hará mucho mejor y calmará su sed.
En conclusión los niños están en una etapa que son poco consiente con el consumo de de productos que ingresan por su boca ignorando que le puede desgraciar el sistema digestivo, la dentadura y otros más. El ejemplo de quemar estos productos ayudo a que al menos 3 ó 4 niños dejen este tipo de alimentación incluyéndome.